Rafel G. Bianchi, Petra Mrzyk & Jean-François Moriceau, Jonathan Meese, Momu & No Es, Fermín Jiménez Landa
Espai Montcada. Caixafòrum Barcelona 2007-2008
Euforia. Casos de optimismo extremo recoge el trabajo de artistas y colectivos que ofrecen una mirada desenfada y desencantada hacia una realidad excesivamente rigurosa y rígida. Una euforia consciente capaz de generar fisuras temporales en nuestros ritmos de vida. En definitiva, simples ejercicios de intensidad máxima que aprovechan la flexibilidad y supuesta falta de practicidad en arte para darle la vuelta a las cosas y modificar aquello que nos parecía seguro e incuestionable.
Como estado de ánimo, como declaración de principios, la euforia y el optimismo extremo son dos aspectos claves en arte contemporáneo. Una actitud esperanzada y arrogante, una vía de escape posible, una respuesta válida a la situación de crisis permanente en la que parece anclada la práctica artística en nuestros días. Algo que, como mínimo, nos permite seguir creyendo en otras posibilidades de interpretación de aquello que nos sustenta y define.
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Euphoria. Cases of extreme optimism brings together the work of individual artists and groups offering a carefree yet disenchanted view of a reality taht is excessively rigorous and rigid. A conscious euphoria – far from madness – capable of generating time cracks in our life rhythms. In short, just exercises in maximum intensity that take advantage of the flexibility and supposed lack of practicality of art to turn things around and to modify what we usually take as certain and beyond dispute.
As a state of mind, as a statement of principle, euphoria and extreme optimism are two keys aspects in contemporary art. A hopeful, arrogant attitude, a possible safety valve, a valid response to the situation of permanent crisis thats seems to undermine artistic pursuits in our time. A state which at least let us go on believing in other ways of interpreting all that sustains and define us.
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Rafel G. Bianchi. Happy Family
Happy Family genera un ejercicio de identificación eufórica con el contexto de estudio que decide abordar Rafel G. Bianchi: el Museu Darder de Historia Natural de Banyoles y la mentalidad decimonónica de su fundador en 1916, Francesc Darder i Llimona, veterinario, coleccionista y taxidermista catalán. Bianchi se contagia de procedimientos y modos de actuación ajenos para llevarlos sutilmente a su terreno y explorar así la compleja condición del artista en la actualidad. Una posición situada entre lo necesario y lo absurdo que implica un atractivo juego de desdoblamientos conceptuales en los que la anécdota, el rumor, la ironía o el chiste son utilizados como efectivas herramientas de discusión.
El entusiasta título de la muestra sitúa en un mismo escenario –la vitrina neutra de un museo– a cuatro figuras emblemáticas de la filosofía inicial del Museu Darder: un león disecado, el polémico bosquimano conocido como el Negre de Banyoles, la rata escritora y el propio Francesc Darder. Cuatro esculturas en fibra plástica que, de manera próxima (reproducción a escala 1/1) y distanciada a la vez (el material utilizado se aleja voluntariamente de la estética de la taxidermia) reflejan una síntesis personal del pensamiento de la época y su manera –controvertida desde el presente– de entender el mundo. Un nuevo planteamiento –sintético, idealizado, falso (el león, la rata y el bosquimano nunca estuvieron expuestos juntos, y menos aún ante la figura patriarcal del propio Darder)– que recoge a su vez todos los relatos –tanto verídicos como ficticios– que giran en torno a la figura del taxidermista y su colección de historia natural.
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Petra Mrzyk & Jean-François Moriceau. Golden Eyes
Del 18 de enero al 23 de marzo de 2008
Desde la factura simple, económica e inmediata del dibujo, el trabajo de Mrzyk y Moriceau supone la construcción eufórica de un microcosmos ficticio y artificial que parte de la realidad cotidiana para transformarla a base de premisas como la acumulación, la saturación, la velocidad, el delirio o el absurdo; algo que recuerda a los universos paralelos generados desde contextos como la literatura fantástica, la ciencia-ficción o ciertos momentos de la historia del arte como el simbolismo o el surrealismo. Entornos ficticios dotados de más o menos veracidad por parte de sus creadores que sugieren cierto grado de evasión y/o alejamiento de la vida diaria, ya sea por agotamiento, desconfianza, búsqueda utópica o puro entretenimiento.
Golden Eyes supone una nueva adaptación y expansión del dibujo en blanco y negro sobre los muros del Espai Montcada. Un imaginario personal poblado de situaciones delirantes y seres mutantes, grotescos y fantasmagóricos extraídos de ámbitos pertenecientes a nuestra cultura visual –como la publicidad, el arte, la televisión, los videojuegos, el cine o el cómic– con el simple objetivo de concebir una narrativa conscientemente liberada de cualquier normativa o significación establecida. Relatos que, al margen de una narración lineal, se articulan desde una estructura más bien hipertextual o rizomática en los que la actitud receptiva del espectador y su habilidad de lectura devienen algo fundamental. Apostando en este caso por el diálogo entre dibujo mural y dibujo enmarcado, Golden Eyes da lugar a una superposición de capas de información que recuerda al acceso desordenado que permite Internet. Más aún incluso, ya que la instalación en su totalidad –imposible de abarcar por nuestro ojo debido a su infinidad de matices– parece recuperar ese efecto virtual de falsa tridimensionalidad que se genera en la pantalla de nuestro ordenador al abrir múltiples ventanas al mismo tiempo. Un cúmulo de imágenes secuenciadas y acciones simultáneas –unidas en una suerte ilógica de reacción en cadena en la que cada una se convierte en consecuencia de la anterior– que a su vez remite a la acción trepidante y sin concesiones de las películas de James Bond.
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Jonathan Meese. Ufo go home – Fasching der Kunst
Del 9 de abril al 8 de junio de 2008
La obra de Jonathan Meese se sintetiza en un objetivo ambicioso y peculiar: la utilización consciente de la práctica artística como espacio de construcción del mito contemporáneo. El lugar ideal para la gestación burlona de un nuevo ídolo que, siempre caracterizado –o caricaturizado– por el propio artista, adopta diferentes formas para hacernos partícipes y testimonios de una nueva “dictadura del arte”. Una estructura en la que el poder no recae ya en el artista, ni en el museo –tratados como meros mediadores– sino en el hecho artístico como algo autónomo. Una acción profética y visionaria en la que se mezclan referentes históricos, como la historia reciente de Alemania y, en especial, el análisis irónico de la ideología nazi, con infinidad de referencias propias de nuestra cultura: la épica medieval, la literatura fantástica, la ciencia-ficción, la historia del arte, el cine o la música (de la ópera al punk) pasando por el pensamiento filosófico, la tragedia griega, el teatro del absurdo, la mitología o la religión. Una nueva epopeya adaptada a la actualidad, en la que el artista se convierte en un nuevo rapsoda del desastre para desactivar todo sentido establecido y volver a articularlo todo bajo su propia lógica. Para ello, el artista propone un proceso trepidante de deconstrucción de la historia bajo la noción de microrelato conspirador. Narraciones oscuras en las que, como si de una labor de exorcismo se tratase, Meese adopta múltiples personalidades convirtiendo el autorretrato encubierto en elemento esencial de su trabajo. Una fórmula de (auto)representación que, al igual que el niño que juega a héroes o villanos, a salvar el mundo o a destruirlo, es incorporado por el artista como leitmotiv de toda su obra.
Sin ofrecer ningún tipo de concesión, Ufo go home – Fasching der Kunst sumerge al espectador en una experiencia poblada de sentimientos opuestos –atracción/rechazo, seducción/repulsión, libertad/opresión…– que esboza un lugar decadente y amargo desde un ambiente festivo. El Espai Montcada se transforma así en una inquietante procesión carnavalesca que, como es habitual en su narrativa, funciona como herramienta de análisis de las contradicciones y antagonismos que pueblan pasado y presente. El artista incorpora además un nuevo elemento de confrontación: una performance privada presentada dentro de la sala y que, bajo el título de Dráculas Loly hot like El Dorado – cold, es incluida en formato de vídeo dentro del display de la muestra.
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Momu & No Es. 1979-1982. Las Guerras Élficas
Del 27 de junio al 14 de septiembre de 2008
El trabajo de Momu & No Es se nutre de una narrativa propia repleta de historias secundarias que nacen directamente de sus entornos cotidianos para especular sobre lo real y hacernos partícipes de un mundo de apariencia amable pero cargado de dudas, misterios e interrogantes. Un método de trabajo constante, obsesivo y frenético que encuentra su principal herramienta de discurso en la capacidad de Momu & No Es para extraer aspectos supuestamente escondidos dentro de lo común y rutinario. Un despliegue de medios que, desde la reclamación de su importancia y la creencia ciega en su validez, nos lleva de manera consciente hasta el límite de sus consecuencias.
Para el Espai Montcada, Momu & No Es proponen 1979-1982. Las Guerras Élficas, una nueva instalación que, desde la incorporación de múltiples registros de presentación como el texto, la escultura, el vídeo o el elemento performativo, reivindica un fragmento olvidado de nuestra memoria colectiva. Un largo proceso de investigación formalizado a partir de la recuperación de toda una serie de hechos situados cronológicamente entre estas dos fechas. Una etapa oscura y desconocida que, voluntariamente, no es desvelada hasta el mismo día de la inauguración; momento en el que la sala de exposiciones muestra los aspectos más determinantes y definitorios de dicho periodo. Un display amplio que parte del análisis historiográfico de hechos no-conocidos con la intención de ofrecer el marco de conocimiento necesario para entender lo que realmente pasó entre esos dos años. 1979-1982. Las Guerras Élficas reproduce el peculiar proceso de trabajo que caracteriza la obra y la trayectoria de Momu & No Es: el disparo inicial de una idea o hecho, de entrada poco importante (casi mínimo), y la construcción entusiasta y crítica de todos los engranajes necesarios para su validación.
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Fermín Jiménez Landa. Actos Oficiales
Del 10 de octubre al 21 de diciembre de 2008
Si aplicamos el término de acto oficial al trabajo en arte de Fermín Jiménez Landa, encontramos una actitud de confrontación y diálogo de opuestos cercana al desmoronamiento de dicho oficialidad; algo que en su caso aparece de un modo voluntario y consciente. Para ello, el artista parte de la supuesta oficialidad del hecho expositivo con el objetivo de desarmarlo y cuestionarlo a base de continuas irregularidades y alteraciones de aquello esperado. Infiltraciones no previstas en los desarrollos, procesos y formalizaciones de una obra que desdibujan el modelo temporal básico de idea inicial-presentación final a partir de un juego constante, errático y eufórico de ensayo/error. Un binomio que, liberado en la medida de lo posible de todo protocolo, se convierte en su principal motor de actuación para dar lugar a un proceso multidireccional carente de centro o núcleo fijo y definido por la acumulación de unidades descentralizadas y discontinuas.
Actos Oficiales despliega un complejo y atractivo compendio de intereses que configuran cinco nuevas producciones del artista. Una exposición que plantea un hilo conductor común – en este caso el ensayo sobre diferentes manifestaciones inusuales y atípicas de la energía – para fragmentarse o expandirse en subproyectos autónomos y complementarios a la vez. Un dispositivo múltiple en el que el germen se sitúa en la investigación seudocientífica de las posibilidades de extracción de energía de cosas banales (en principio carentes de ella) para forzar experimentos absurdos y aparentemente ausentes de toda lógica.
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